domingo, 29 de septiembre de 2013

El principal problema de los maestros de materiales y cómo resolverlo



En más de 50 proyectos de optimización de maestros de materiales en América Latina en los que hemos trabajado, nos encontramos con un problema que se repite una y otra vez, y que se constituye en una gran fuente de ineficiencia operacional para empresas mineras, petroleras y cualquiera intensiva en equipos. Las consecuencias son enormes, pero la causa raíz es simple, pero por simple que sea, hasta ahora nadie había llegado con una solución práctica.

Cuando el comercio electrónico B2B comenzó a masificarse a principios del siglo 21,  una de las consecuencias del problema saltó a la vista, mermando la confianza en las transacciones electrónicas: una parte importante de las órdenes de compra electrónicas que salían de los ERP de las empresas mineras compradoras, eran rechazadas por los proveedores que las recibían. El proveedor entonces debía corregir el problema manualmente, comunicarse con el comprador, y pedirle que cancelara la orden de compra anterior, corrigiera el problema y volviera a emitirla.  

El re-trabajo involucrado no es menor, pues en lugar de emitir una orden de compra, se emiten 2 y se cancela una, por el lado del comprador, y se reciben 2 y se rechaza una, por el lado del proveedor. Es el triple del trabajo, al menos.

Aún más, si el proveedor o el comprador paga por transacción a la empresa de comercio electrónico, entonces pagará el doble.

Pero la mayor consecuencia es otra: pueden pasar varios días hasta que el proveedor reciba la orden de compra correcta. Si el stock del material está en un nivel muy bajo, y el tiempo de entrega sigue aumentando, entonces también aumenta la posibilidad de un quiebre de stock. Si el material es un repuesto de un equipo crítico, puede producir una suspensión del proceso productivo, con el consiguiente costo económico.

Esto aún ocurre y lejos de atenuarse, el problema persiste y crece con el aumento de actividad de las empresas, y nadie ataca el problema de raíz, aplicando sólo medidas correctivas reactivas, un "parche curita", en lugar de una cirugía mayor, que es lo que realmente se necesita.

La raíz de este costoso problema es muy simple: el repuesto de un equipo ha sufrido un cambio de número de parte que no fue actualizado en el maestro de materiales del ERP de la empresa compradora. La orden de compra para reponer el repuesto sale con el número de parte antiguo, que ha sido descontinuado, entonces la empresa proveedora debe rechazarlo, buscar el número de parte de reemplazo y comunicarlo al comprador, para que emita la orden de compra nuevamente con este número de parte actualizado.

Simple.

Pero ¿qué tan común es identificar ítemes con un número de parte del fabricante?

Tremendamente común. Los maestros de materiales de la minería y la energía tienen una gran mayoría de sus repuestos definidos como OEM. Y dentro de un maestro de materiales, la relación entre OEM a genérico oscila entre el 60%-40% al 90%-10%, siendo más común una relación de 70%-30%.

Es decir, la mayoría de los ítemes de un maestro de materiales se identifican con el número de parte del fabricante.

Pero ¿qué tan común es que un repuesto cambie de número de parte?

Demasiado común. Las marcas OEM están cambiando los números de parte constantemente. No es raro encontrar que cambien hasta 6 veces al año.

¿Podrían no cambiarlos? ¿Esa sería la verdadera solución de raíz no? Tal vez, pero en general en América Latina, sólo están los distribuidores de las marcas OEM que no tienen injerencia en estas decisiones.

Pero ¿por qué cambian? la respuesta a esta pregunta es meramente cultura general, porque es poco lo que podemos hacer desde aquí para cambiarlo. Pero tiene que ver con que los números de parte pretenden ser "inteligentes", incluyendo información de las características del repuesto en su nomenclatura  (ver post sistemas de numeración inteligentes versus secuenciales). 

Pero hay consecuencias mucho peores de este problema, cuando se combina con otros. Podría suceder que en uno de los centros de la empresa compradora, un usuario busque el número de parte en el ERP y no lo encuentre. Esto es más frecuente de lo que uno piensa, simplemente puede ocurrir porque el número de parte no está normalizado, y le sobra o le falta un guión, un espacio u otro caracter, o un "cero" se tipeó por error como una "o",  o el fabricante no está normalizado, por ejemplo en algunos casos se llama "CAT", en otros "CATERPILLAR", en otros "CATERPILAR" (por error se omitió una "L") o "CATERPILLAR INC." (con punto), ó "CATERPILLAR INC" (sin punto), etc, sin considerar que podrían confundirse otras letras, abreviaturas o simplemente contener un error de tipeo. Más confunde cuando los distribuidores agregan su propio número de parte y muchas otras variaciones que son fuentes de error. Las probabilidades de estos errores son enormes si el proceso de creación de materiales es descentralizado, es decir, los privilegios de creación y modificación de registros no están restringidos a una unidad de catalogación centralizada, con criterios y estándares bien definidos y únicos.

Y basta con que un registro tenga un caracter distinto en el número de parte o el fabricante para que sea considerado un registro distinto. Todo ello lleva a que el maestro se haga aún más desordenado y que encontrar un ítem cueste más que encontrar una aguja en un pajar. El usuario está mirando el reloj, porque necesita el repuesto para reparar el equipo y no lo encuentra, y el equipo sigue detenido y el proceso también, lo que le puede costar no solamente que el jefe lo reprenda, sino su bono, y un gran costo para la empresa por tener detenido el proceso.

La tentación es grande. No encuentra el ítem. Pasan los minutos. El equipo sigue detenido. Los operadores están reclamando. Mejor solicita crearlo.

La unidad de catalogación, si es que existe, podría darse cuenta, pero si no, creará el nuevo material con el número de parte y lo duplicará.

Los maestros de materiales que hemos visto contienen cientos de miles de registros duplicados, triplicados, etc. No es raro encontrar un número de parte repetido hasta 10 veces, con distintas variantes, producto de la falta de normalización.

Y entonces, el ítem recién creado se compra. Y como si ya no fuera suficiente caos, además este número de parte, una vez que el distribuidor logra identificarlo en la orden, resulta que está descontinuado y hay que buscar su reemplazo. Cuento corto, los repuestos se recepcionan en la bodega del comprador, y se almacenan. Nunca se supo que ya había un stock de ese mismo repuesto, y entonces comienza a duplicarse también el stock en bodega. La bodega crece y crece, y si no es ordenada, los stocks duplicados permanecen ocultos sin que nadie se dé cuenta. El costo del capital inmovilizado aumenta, el espacio ocupado y el caos de la bodega aumenta, la ineficiencia operacional aumenta.

Como si no fuera suficientemente grande el problema, hay más conscuencias. El usuario que mira el reloj mientras busca el repuesto en el ERP, podría decidir comprarlo como cargo directo, fuera del convenio existente con el distribuidor. Y entonces, gatilla un proceso de compra spot muy consumidor de recursos e ineficiente en términos operacionales, y que además desaprovecha las ventajas de precio del convenio suscrito.  Este gasto no codificado (conocido también como maverick spend), tiene también enormes consecuencias negativas (ver post)

La empresa compradora puede resolver el problema, depurando su maestro de materiales, homologando duplicados y actualizando los números de parte. Este es uno de los servicios que provee Unilink-Ontologística.

La mantención del maestro de materiales se centraliza en una unidad de catalogación, que es la garante de la calidad del maestro de materiales. Unilink-Ontologística entrega el servicio de creación de materiales extrernalizado, con un nivel de servicio que permite procesar las solicitudes rápidamente, filtrar todos los eventuales duplicados, y garantizar la adecuación a un estándar definido, de manera que el maestro crezca en forma ordenada y se le dé el sitial que realmente tiene dentro de la cadena de suministro de la empresa.

La ingeniería de materiales es el elemento clave que permite una cadena de suministro eficiente y una operación expedita.

Un proyecto de depuración del maestro de materiales, o master data cleansing, es altamente rentable. La inversión inicial produce enormes ahorros a la empresa, por lo que se paga muy rápido, en general en pocos meses. Y los beneficios pueden cosecharse por décadas.

Pero la depuración de un maestro de materiales es como una cirugía de liposucción. Se saca la grasa al individuo, lo que le permite volver a niveles razonables en sus indicadores de salud. Pero si no cambia de hábitos alimenticios y de actividad física, volverá al poco tiempo a engordar y afectar su salud.

En Unilink hemos diseñado e implementado la solución para mantener un maestro de materiales óptimo en el largo plazo.

Los veremos en un próximo post.

El gasto no codificado (maverick spend)



Maverick, en inglés, es un díscolo, un disidente, un rebelde, alguien que se niega a acatar las reglas o resiste la adhesión a un grupo. El término se origina en  Samuel A. Maverick (1803-1870), ranchero de Texas, quien se rehusaba a marcar su ganado.

El  "maverick spend", se refiere a las compras fuera de contrato o de los canales establecidos por una organización.

Por ejemplo, el departamento de Abastecimiento Corporativo negocia un precio competitivo para ciertos modelos particulares de computadores portátiles con un distribuidor. Días después, alguien del departamento de Recursos Humanos, solicita la compra  de un modelo mucho más caro, para el que no se ha negociado un descuento.

Otro ejemplo: viajar en una línea aérea y alojarse en un hotel distintos a aquellos con los que la empresa ha suscrito convenios.

El impacto de bypassear  los canales y sistemas de compras preferidos puede variar desde ineficiencia operacional, pasando por desaprovechar las ventajas de negociación corporativa de contratos, a grandes multas y incluso penas de cárcel (ver fuente)

En Europa, el maverick spend está fuera de control. Se estima que  €433 mil millones se gasta fuera de los canales aprobados por los departamentos de adquisiciones de las empresas europeas, según esta investigación.

En el caso de los gastos de oficina, se estima que cuesta a los empleadores cientos de miles de dólares al año, según una encuesta reciente de trabajadores de oficina de Estados Unidos (ver fuente): 54% de los empleados reportan haber realizado compras sin la aprobación previa de sus jefaturas, y el 66% indica que se han realizado "compras riesgosas", tales como cenas excesivamente caras (38%), material de oficina para uso en el hogar (23%), y el upgrade a un nivel más alto del servicio aéreo (22%). Además, el 33% de los empleados dicen que han robado a la empresa al inflar el costo de un viaje en taxi en un recibo de taxi en blanco (16%), incurrido en gastos en artículos personales y pretender que son los gastos relacionados con el trabajo (14%),  aceptar una devolución de un artículo que ya cargan a gastos sin reportarlo (13%), aumento de la propina que había sido dado a un camarero (11%), como gasto del mismo artículo más de una vez (10%), y la creación de gastos falsos (7 %).

Pero en realidad  la mayor parte del gasto sin codificar, es generado por personas con la mejor intención de hacer su trabajo de la forma más rápida y eficiente posible, saltándose la excesiva burocracia.

En el caso que nos atañe a nosotros en este blog, nos enfocaremos en las compras no codificadas, que no utilizan los ítemes ya creados en el maestro de materiales y que gatillan cotizaciones y compras spot que son muy ineficientes en términos operacionales, además de no aprovechar los descuentos negociados corporativamente. Por otro lado, mantienen oculto este gasto, para fines del spend analysis, por lo que no es posible optimizarlo mediante sourcing estratégico.

Otro efecto, se encuentra en el ámbito tributario. En un siguiente post profundizaremos en este tema.


lunes, 23 de septiembre de 2013

Sistemas de numeración inteligentes versus secuenciales


¿Qué es mejor para un sistema de numeración de una base de datos maestros: un código inteligente o uno secuencial (correlativo)?

Los sistemas de numeración  "inteligentes" de los maestros de productos, en la práctica, se imponen en forma apabullante a los sistemas de numeración secuencial.

Pero esta vez aplica el dicho: "mal de muchos, consuelo de tontos"

Un número inteligente incluye información de las características del item. Por ejemplo, un número de parte: CEP-134M10FB-TT1234\R4, donde cada grupo de caracteres tiene un significado codificado, por ejemplo CEP para Capacitor y R4 para Revisión 4.

Basta con que cambie una de estas características, para que cambie el número de parte. 

Los códigos correlativos en las bases de datos maestras, operan como identificadores únicos o llaves de cada entidad o registro de una base de datos, que contienen la información de las características de tales registros. Si cambia alguna de estas características, la llave no cambia. Esto lo aprende cualquier alumno de ingeniería en el primer curso de introducción a bases de datos: la llave única, la clave, o "key". Si no entienden esto, entonces no entienden nada de bases de datos relacionales.

Pero a muchos les entra por un oído y les sale por otro.

¿Se imaginan si el RUT (rol único tributario) de una persona fuera "inteligente" y contuviera información, por ejemplo, de la dirección de su casa, de su trabajo, su cónyuge, o la profesión? Si fuera así entonces el RUT cambiaría si la persona se cambia de casa, de trabajo, cónyuge o de profesión. Y habría que inventar un sistema que permitiera registrar los cambios de RUT en la vida del sujeto. ¡Qué engorroso! La posibilidad de errores sería enorme. La cantidad de registros duplicados sería enorme. El seguimiento a una persona sería muy complejo y caro. Los problemas con las cuentas bancarias,  casas comerciales, el servicio de impuestos internos,  el sistema electoral,  y en general la relación con distintas instituciones privadas y estatales, serían gigantescos.

Así de ridículo es habilitar códigos inteligentes y así de costosas son sus consecuencias.  Y esta situación que parece de caricatura no dista mucho de la realidad con los números de parte de los productos: es un caos dantesco.

Y a pesar de ello, los números de parte de los repuestos de los equipos y otros materiales, son números inteligentes y no muestran señales de cambiar a sistemas de numeración secuenciales. 

Vencer la inercia de casi 200 años de prácticas que vienen de los respetados ingenieros próceres de la revolución industrial,  que sólo usaban papel y lápiz, hoy totalmente obsoletas desde la época de las bases de datos, no es tarea fácil.

Los números de parte "inteligentes" tienen raíces tan profundas en las operaciones de fabricación que pocos gerentes o ingenieros siquiera son conscientes de los costos innecesarios que generan en el entrenamiento y la rutina de decodificación y de los obstáculos que ponen en el camino del data mining, y el comercio electrónico.

Así como un RUT dinámico impondría enormes desafíos para el seguimiento de un sujeto en toda su vida, algo similar ocurre al intentar habilitar PLM (Product Lifecycle Management) para productos con número de parte "inteligente" (ver post acerca de TCO).

En "Product Lifecycle Management (PLM)",  Michael Grieves, de la Universidad de Purdue, informa que con la implementación de PLM los números de parte inteligentes son reemplazados por números de parte secuenciales. ¡Pero varios de los alumnos de esta universidad reportan en Linkedin que han implementado  "sistemas de numeración inteligente" durante las prácticas en empresas de fabricación! (ver fuente)

Nosotros también hemos visto implementaciones recientes de maestros de materiales con sistemas de numeración "inteligentes".

A pesar de que en América Latina no tenemos una larga historia de industrialización ni prácticas largamente arraigadas que tengamos que vencer, aún hay gerentes que deciden implementar códigos inteligentes, para aprovechar el campo "código" para meter tanta información como sea posible, como si el ERP no permitiera habilitar más campos de búsqueda. Habilitar campos para características adicionales implica un trabajo extra, que en general se evita porque están corriendo contra el tiempo en la implementación del ERP (pensamiento cortoplacista: pan para hoy, hambre para mañana), o porque los "expertos" del ERP recomendaron un sistema inteligente, pues es mejor tocar lo menos posible los campos del ERP, para evitar futuras complicaciones en los upgrades (la vieja escuela hoy en retirada del software on premises, ver post).  

El  argumento más atendible, a mi juicio, es que el código del item es siempre de fácil búsqueda en el ERP (recordemos que las búsquedas de materiales son poco amigables e intuitivas en los ERP, todo lo contrario a los catálogos en Internet), en cambio los campos adicionales pueden requerir más de un click, lo que se estima ineficiente. 

Pero los costos asociados a estos sistemas de numeración inteligente, considerando el ciclo de vida del material, en términos de ineficiencia operacional, son infinitamente superiores que los de los sistemas numéricos secuenciales.

Nosotros somos fuertes promotores de los códigos correlativos en los maestros de materiales, que operan como identificadores únicos o llaves de bases de datos que contienen la información de las características de tales registros. 

El problema de la dificultad en las búsquedas en el ERP, lo resolvemos cargando el maestro de materiales en la plataforma cloud de Unilink, que es intuitiva, y que además no requiere de traumáticos upgrades como el software on premises, pues está en la nube, lo que le ´permite cambios graduales y continuos.

En un siguiente post analizaremos las consecuencias de los cambios constantes de los números de parte, pero no nos quedaremos en el diagnóstico, sino que además les mostraremos cuál es la solución que Unilink ha desarrollado.

domingo, 8 de septiembre de 2013

¿Por qué el software se está yendo a la nube?


Con el crecimiento explosivo de aplicaciones en la nube, nos hemos acostumbrado al concepto "SaaS", "Software as a Service", o "Software on demand". Por contraposición, utilizamos el concepto "Software on premises", o software en las instalaciones del cliente, la forma tradicional de usar el software, cuando se instala en los computadores dentro de las instalaciones del cliente, mediante discos (CDs o DVDs).

Por extensión aparecen otros conceptos "as a Service": PaaS (Platform as a Service), IaaS (Infraestructure as a Service), HaaS (Hardware as a Service), etc.

Esta tendencia se justifica por varias razones. Una de ellas es que en lugar de invertir en una costosa infraestructura, hardware y software en las instalaciones del cliente, basta simplemente con acceder a ella como un  servicio, con un costo variable, mensual o anual.  Contablemente es un gasto. Los requerimientos de capital disminuyen. Además, dependiendo del contrato con el proveedor SaaS, este gasto puede ser variable, proporcional al uso que se le da a la plataforma cloud. El riesgo disminuye, pues si el servicio no se requiere más, por cualquier razón, se prescinde de él. Los plazos de implementación también disminuyen significativamente.

Lo que a mi juicio hace imbatible la opción "as a service" es que los costos de mantención y "upgrades" se incluyen en el servicio, mientras que cuando se trata de software on premises, los costos de upgrade del software y el proyecto de implementación del upgrade, son enormes.

Con un mundo tan dinámico como el actual, las mejoras continuas son imprescindibles para adaptarse y mantener la competitividad (camarón que se duerme, se lo lleva la corriente). Cuando uno usa aplicaciones cloud, simplemente va viendo mejoras continuas y se va adaptando gradualmente a ellas. En el software on premises, los upgrades son un trauma organizacional, en especial en el caso de los ERP, por lo que es mejor mantener un "core" menos dinámico al que se integran aplicaciones especializadas  y dinámicas en la nube.

Piensa en lo que te costaba instalar la nueva versión de Office. Hay un montón de cambios a los que acostumbrarse de una vez. Piensa ahora lo que es una nueva versión de Google, Facebook o Linkedin. No te das ni cuenta como cada día aparecen nuevas y mejoradas funcionalidades, y como son intuitivas, no te das ni cuenta como las aprendes a usar. La nube permite que te adaptes a los cambios gradualmente, sin grandes traumas ni necesidad de capacitaciones costosas en tiempo y dinero.

Esta tendencia se refuerza por el hecho de que existe alta competencia entre los proveedores SaaS, que permite obtener precios más competitivos.

Un ejemplo es la telefonía, cuando uno tenía que instalar el teléfono en sus instalaciones. Con la telefonía celular y luego la IP, se acabó el monopolio y la competencia se desató. Hoy, la telefonía IP, como Skype,  le ha quitado gran parte del mercado a la telefonía tradicional de llamadas internacionales y éstas para reaccionar deben bajar sus precios.

Cuando compré mi primer departamento, ya venía cableado con cierta compañía de cable, cierta compañía de teléfonos, además del gas, el agua y la electricidad. Ok acepto que el agua y la electricidad sean monopolios. Me apuran un poco y el gas también podría aceptarlo.¿Pero el teléfono? Eso fue años atrás, pero aún ocurre.

Hoy en Chile hay más celulares que habitantes. Hay portabilidad numérica. La competencia está desatada. Se acabó el monopolio. Se fue a la nube con la telefonía IP. Nuestros hijos están conectados todo el día a las redes sociales, y la cuenta de teléfono es menor que la que pagábamos nosotros cuando éramos adolescentes.

Y si no puedes contra ellos, úneteles. Hoy las empresas de comunicaciones venden teléfonos inteligentes con acceso a Internet y recuperan la pérdida en telefonía, con el tráfico de datos, entre los que está la telefonía IP y las redes sociales.

Algo parecido está pasando en el cable. Ya el video club se fue a la nube. Se llama Netflix. Los adolescentes ven más programas de Youtube que de la televisión tradicional y el streaming aparece fuerte en escena.

Los blogs, los artículos en la nube, las revistas y diarios online, los e-books, tienen cada vez más lectores. Los diarios de papel van en declive.

La nube permite aumentar la competencia. Y con eso vienen todos los beneficios de servicios con más competencia: mejor servicio por tu dinero.

Hoy todo se va a la nube. Parece una tendencia imparable. Con los desarrollos de aplicaciones móviles la tendencia se acentúa aún más, pues no hay necesidad de invertir más que en un smartphone o tablet.

Los niños cada vez juegan más juegos en línea, en la nube, en lugar de comprar los discos para instalarlos.Y lo más entretenido es que interactúan fluidamente con otros niños conectados. La nube es la plaza de juegos del siglo XXI. Y esta generación "cloud" ya está saliendo de las universidades para integrarse al mundo laboral.  Y se encuentran con aplicaciones similares a Facebook y las redes sociales que están acostumbrados a usar, como Salesforce.

Claramente el SaaS le está quitando terreno al Software on premises, y nosotros, en Unilink adscribimos a esta tendencia.

Los detractores hablan de temores con la seguridad, como si su banco o el servicio de impuestos internos no se hubiera ido ya a la nube. Y esa sí es información confidencial. Señores, hay millones de transacciones diariamente en la nube.

Otros dicen que es más barato tener la infraestructura en sus instalaciones cuando tienen capacidad ociosa (costo hundido) o cuando las escalas son grandes. Aquí sí hay un argumento válido en el corto plazo. En ese caso instalamos nuestra plataforma "on premises" en su infraestructura.  Pero ojo con perderse de los upgrades continuos y  la conectividad de la plataforma a los proveedores.

Cuando haya que renovar la infraestructura, la empresa deberá definir si se va a la nube o no. Evidentemente que habrá una inercia, tal como aún mucha gente usa el teléfono fijo. En Unilink creo que nunca nos hemos comunicado por teléfono fijo, sino por mail, celular, whatsapp, viber, skype, zoom, etc... Y la comunicación IP es la que predomina. Si a uno no le gusta un proveedor, se va al otro. Y ni siquiera tienes que elegir uno. Puedes usar varias opciones en paralelo. Son tan intuitivas que el costo de aprendizaje es casi nulo.

La competencia es enorme, y los precios se van al piso.  En otra época habría que esperar mucho para que la compañía de teléfono te instalara el teléfono... y si no te gustaba el servicio, a lo más podías hacer una pataleta y luego tragarte tus palabras y seguir con la misma compañía ... Que bueno que hoy tenemos la nube...