domingo, 8 de septiembre de 2013

¿Por qué el software se está yendo a la nube?


Con el crecimiento explosivo de aplicaciones en la nube, nos hemos acostumbrado al concepto "SaaS", "Software as a Service", o "Software on demand". Por contraposición, utilizamos el concepto "Software on premises", o software en las instalaciones del cliente, la forma tradicional de usar el software, cuando se instala en los computadores dentro de las instalaciones del cliente, mediante discos (CDs o DVDs).

Por extensión aparecen otros conceptos "as a Service": PaaS (Platform as a Service), IaaS (Infraestructure as a Service), HaaS (Hardware as a Service), etc.

Esta tendencia se justifica por varias razones. Una de ellas es que en lugar de invertir en una costosa infraestructura, hardware y software en las instalaciones del cliente, basta simplemente con acceder a ella como un  servicio, con un costo variable, mensual o anual.  Contablemente es un gasto. Los requerimientos de capital disminuyen. Además, dependiendo del contrato con el proveedor SaaS, este gasto puede ser variable, proporcional al uso que se le da a la plataforma cloud. El riesgo disminuye, pues si el servicio no se requiere más, por cualquier razón, se prescinde de él. Los plazos de implementación también disminuyen significativamente.

Lo que a mi juicio hace imbatible la opción "as a service" es que los costos de mantención y "upgrades" se incluyen en el servicio, mientras que cuando se trata de software on premises, los costos de upgrade del software y el proyecto de implementación del upgrade, son enormes.

Con un mundo tan dinámico como el actual, las mejoras continuas son imprescindibles para adaptarse y mantener la competitividad (camarón que se duerme, se lo lleva la corriente). Cuando uno usa aplicaciones cloud, simplemente va viendo mejoras continuas y se va adaptando gradualmente a ellas. En el software on premises, los upgrades son un trauma organizacional, en especial en el caso de los ERP, por lo que es mejor mantener un "core" menos dinámico al que se integran aplicaciones especializadas  y dinámicas en la nube.

Piensa en lo que te costaba instalar la nueva versión de Office. Hay un montón de cambios a los que acostumbrarse de una vez. Piensa ahora lo que es una nueva versión de Google, Facebook o Linkedin. No te das ni cuenta como cada día aparecen nuevas y mejoradas funcionalidades, y como son intuitivas, no te das ni cuenta como las aprendes a usar. La nube permite que te adaptes a los cambios gradualmente, sin grandes traumas ni necesidad de capacitaciones costosas en tiempo y dinero.

Esta tendencia se refuerza por el hecho de que existe alta competencia entre los proveedores SaaS, que permite obtener precios más competitivos.

Un ejemplo es la telefonía, cuando uno tenía que instalar el teléfono en sus instalaciones. Con la telefonía celular y luego la IP, se acabó el monopolio y la competencia se desató. Hoy, la telefonía IP, como Skype,  le ha quitado gran parte del mercado a la telefonía tradicional de llamadas internacionales y éstas para reaccionar deben bajar sus precios.

Cuando compré mi primer departamento, ya venía cableado con cierta compañía de cable, cierta compañía de teléfonos, además del gas, el agua y la electricidad. Ok acepto que el agua y la electricidad sean monopolios. Me apuran un poco y el gas también podría aceptarlo.¿Pero el teléfono? Eso fue años atrás, pero aún ocurre.

Hoy en Chile hay más celulares que habitantes. Hay portabilidad numérica. La competencia está desatada. Se acabó el monopolio. Se fue a la nube con la telefonía IP. Nuestros hijos están conectados todo el día a las redes sociales, y la cuenta de teléfono es menor que la que pagábamos nosotros cuando éramos adolescentes.

Y si no puedes contra ellos, úneteles. Hoy las empresas de comunicaciones venden teléfonos inteligentes con acceso a Internet y recuperan la pérdida en telefonía, con el tráfico de datos, entre los que está la telefonía IP y las redes sociales.

Algo parecido está pasando en el cable. Ya el video club se fue a la nube. Se llama Netflix. Los adolescentes ven más programas de Youtube que de la televisión tradicional y el streaming aparece fuerte en escena.

Los blogs, los artículos en la nube, las revistas y diarios online, los e-books, tienen cada vez más lectores. Los diarios de papel van en declive.

La nube permite aumentar la competencia. Y con eso vienen todos los beneficios de servicios con más competencia: mejor servicio por tu dinero.

Hoy todo se va a la nube. Parece una tendencia imparable. Con los desarrollos de aplicaciones móviles la tendencia se acentúa aún más, pues no hay necesidad de invertir más que en un smartphone o tablet.

Los niños cada vez juegan más juegos en línea, en la nube, en lugar de comprar los discos para instalarlos.Y lo más entretenido es que interactúan fluidamente con otros niños conectados. La nube es la plaza de juegos del siglo XXI. Y esta generación "cloud" ya está saliendo de las universidades para integrarse al mundo laboral.  Y se encuentran con aplicaciones similares a Facebook y las redes sociales que están acostumbrados a usar, como Salesforce.

Claramente el SaaS le está quitando terreno al Software on premises, y nosotros, en Unilink adscribimos a esta tendencia.

Los detractores hablan de temores con la seguridad, como si su banco o el servicio de impuestos internos no se hubiera ido ya a la nube. Y esa sí es información confidencial. Señores, hay millones de transacciones diariamente en la nube.

Otros dicen que es más barato tener la infraestructura en sus instalaciones cuando tienen capacidad ociosa (costo hundido) o cuando las escalas son grandes. Aquí sí hay un argumento válido en el corto plazo. En ese caso instalamos nuestra plataforma "on premises" en su infraestructura.  Pero ojo con perderse de los upgrades continuos y  la conectividad de la plataforma a los proveedores.

Cuando haya que renovar la infraestructura, la empresa deberá definir si se va a la nube o no. Evidentemente que habrá una inercia, tal como aún mucha gente usa el teléfono fijo. En Unilink creo que nunca nos hemos comunicado por teléfono fijo, sino por mail, celular, whatsapp, viber, skype, zoom, etc... Y la comunicación IP es la que predomina. Si a uno no le gusta un proveedor, se va al otro. Y ni siquiera tienes que elegir uno. Puedes usar varias opciones en paralelo. Son tan intuitivas que el costo de aprendizaje es casi nulo.

La competencia es enorme, y los precios se van al piso.  En otra época habría que esperar mucho para que la compañía de teléfono te instalara el teléfono... y si no te gustaba el servicio, a lo más podías hacer una pataleta y luego tragarte tus palabras y seguir con la misma compañía ... Que bueno que hoy tenemos la nube...


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