sábado, 17 de agosto de 2013

Ingeniería reversa y el maestro de materiales


La ingeniería reversa es un procedimiento mediante el cual un artefacto creado por el hombre, es analizado en cada uno de sus componentes, para descubrir el conocimiento subyacente, y eventualmente  realizar una copia o aplicarle las modificaciones al diseño original.

Es un tipo de transferencia tecnológica, que busca descubrir el know how original, reproduciendo una tecnología sin que exista la revelación por otros de dichos conocimientos.

El despegue de la industria japonesa después de la segunda guerra, debe buena parte de su éxito a la aplicación de ingeniería reversa a artefactos tecnológicos occidentales, práctica que se extendió a Corea, Taiwán y China. Un caso documentado (ver aquí) es el de Samsung, que logró desarrollar la tecnología para fabricar hornos microondas usando este método entre 1976 y 1978, desmantelando un horno Panasonic.

El marco legal de la propiedad intelectual, en general pretende generar los incentivos para que las empresas innoven, creando nuevos productos, pero no impide la ingeniería reversa. En Estados Unidos, incluso si un artefacto está protegido, la ingeniería reversa del artefacto es legal en la medida que el conocimiento se obtenga legítimamente (ver aquí). Por ejemplo, copiar los planos originales de un artefacto no es legal, pero una ingeniería reversa bien documentada sí lo es.

Asimismo, identificar un repuesto alternativo, a partir de la ingeniería reversa de un repuesto OEM, es lícito. Suponiendo que no existen restricciones de garantía de parte del fabricante del equipo, el desafío es otro: asegurarse que el repuesto alternativo tenga una calidad equivalente.

Hay quienes argumentan que como norma general es mejor no arriesgarse, pues un repuesto de calidad defectuosa, puede implicar un costo muchísimo mayor, al existir una mayor probabilidad de falla en el equipo y a su vez en el proceso productivo, con consecuencias económicas mayores que el ahorro que se obtiene por el menor precio del repuesto alternativo.(Ver discusión aquí).

Por otro lado, a falta de entidades certificadoras, la opción que queda es la de realizar un estudio interno, pero que puede justificarse económicamente sólo si la inversión realizada en este estudio es compensada por el menor costo del repuesto alternativo.

Por lo tanto, antes de embarcarse en un proyecto de este tipo, es necesario primero realizar un análisis de gasto del repuesto y proyectarlo en el tiempo (lo que depende de aspectos como la política del tiempo de renovación de los equipos), y comparar dicho gasto con el de un repuesto alternativo. Si ambos repuestos no son exactamente iguales, por ejemplo, la vida útil es distinta y requieren cambiarse con frecuencia distinta, habrá que incluir en el análisis el impacto en el TCO de ambas alternativas.

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